Quizá Dios se sienta solo
Y después de reflexionar un poco, él concluyó y dijo, "es probable que ÉL se sienta solo o quizá aburrido". Si, siendo que Él es Omnipotente, Él lo sabe todo, Él no pide consejo a ser alguno, de seguro se siente solo o un tanto aburrido pues no tiene alguien de su nivel con quien compartir. ¿Habrá alguien de quien Él dependa? Pues no, ¿cómo va a ser esto?, es simplemente ilógico.
Sí, están aquellos con los que puede interactuar (se supone), pero pues son seres perdonados, imperfectos y muy necesitados de misericordia, quizá hasta tontos. ¿A caso podrán éstos comprenderlo, aconsejarlo y compartir a su nivel? La respuesta es obvia. Y cuando hablamos de interactuar quizá suponemos una comunicación fluida, clara y fácilmente entendible, pero no, no es así. Sucede que la forma adecuada de comunicación no está definida, y si Él quiere decirnos algo específico, tenemos que generalizar su respuesta (si es que en algún caso existe una) para aplicarla en diferentes circunstancias de nuestras vidas, por lo que nuestros problemas vienen a ser de índole general, es decir, sin importancia particular.
La cuestión es que ni de aquí para allá, ni de allá para acá hay claridad en la comunicación y en el mensaje, solamente hay supuestos mensajes o corazonadas que nos indican que quizá el mensaje llegó, o que quizá Él nos habló de alguna forma que tampoco sabemos es la más certera.
Experimentando estos problemas de comunicación e interacción fue como él exploró esta rara conclusión: "Si Él es único, incomparable y además se esconde por ahí, quizá Dios se sienta solo".
Darwin Roney Arana.